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En este texto, Petra Brower y Matteo Kuijpers discuten la naturaleza de la aplicación del “copy paste” en el diseño arquitectónico y el estigma que se ha formado alrededor de la practica durante los años. Al leer el título, muchos pensarían que esta practica es algo más común en la época digital del presente, donde gran parte del proceso de diseño se lleva a cabo en documentos digitales, fácilmente replicados y distribuidos, pero este no es el caso. Brower y Kuijpers argumentan que ha sido una práctica común desde la época clásica de la arquitectura, donde las villas de Paladio eran consideradas como la expresión máxima de buena arquitectura. Por esto, muchos otros arquitectos de la época replicaban sus características en sus obras de la época, que en turno podía replicar los aspectos exitosos de sus diseños y ciertamente dieron forma al estilo retrospectivamente asociado con esos tiempos. No fue hasta tiempos mas recientes, particularmente luego del movimiento modernista, que se puso en cuestión el valor de obras que son copias en su naturaleza y la moralidad creativa que viene atada a esta práctica. El modernismo muchas veces buscaba ser único, separándose del diseño tradicional en toda manera, hasta incluso denunciando la historia de la arquitectura como irrelevante para su desarrollo, ya que estaban haciendo algo nuevo. El deseo de crear algo nuevo es entendible, pero el rechazo de la historia es desmedido e innecesario. Es poco probable que un arquitecto pueda pasar su vida en cualquier cultura sin adquirir influencias de las obras que encuentra en su entorno, y es algo que siempre ocurre, sea consiente o no. Es así como aun encontramos influencias de la antigüedad en el diseño contemporáneo, lo egipcio aparece en el diseño de las prisiones, lo clásico en los bancos y edificios gubernamentales y lo gótico en las iglesias. Mas que es claro para muchos que rechazar el pasado completamente es una acción simbólica que tiende a costar mas de lo que puede contribuir. En el pasado encontramos evidencias de decisiones y estilos que fueron muy exitosos, así como algunos que han fracasado junto con otros que se encuentran en algún punto intermedio. Es torpe rechazar la ventaja que nos brinda el poder mirar hacia atrás y aprender de quienes vinieron antes para así poder expandir sobre lo previamente contribuido, lo contrario seria reiniciar una carrera o un viaje cuando alguien ya te llevo hasta el punto medio con sus esfuerzos previos. Esto dicho, no creo que sea aconsejable alentar practicas de copias desinformadas. Brower y Kuijpers están consientes de esto, y abogan por el uso de la copia solo cuando quien copia ha estudiado y entendido el diseño y el razonamiento que originaron la obra original. Esto es necesario para generar una copia que valide su existencia, de lo contrario es poco mas que un reflejo bastardo del original cuando se emplean técnicas o diseños puramente basado en su éxito anterior, sin comprender que fue lo que los hizo exitosos. Adicionalmente, opino que no hay nada mal en intentar cosas nuevas con lo aprendido o extraído de las obras precedentes. Siempre hay espacio para la innovación, y aunque el cambio puede mejorar tanto como empeorar un diseño, ciertamente mantiene la arquitectura fluyendo y cambiando, así como añadir tu propia contribución al gran viaje. En fin, la clave está en la combinación saludable de la inspiración con la innovación, nunca se debe olvidar lo que vino antes, pero también es importante seguir creciendo y evolucionando.
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